Como ya se ha comentado anteriormente en este blog, toda buena historia que merezca ser contada, está basada en la propia historia. Esto es innegable, por mucha imaginación que tenga alguien, siempre va a reflejar sus propias vivencias o experiencias de otras personas que le hayan impactado. Así es el ser humano, aprende y reproduce. Para mí, lo más bonito de la novela histórica es que refleja, mediante relatos interesantes y repletos de aventuras, momentos que han marcado épocas en el libro de la vida. Puedes aprender culturas, formas de vida y costumbres de cualquier lugar y cualquier tiempo. Estas son cinco novelas que me marcaron por distintas razones:
- El nombre de la rosa
- Sin novedad en el frente
- Los Pilares de la Tierra
- Shogun
- Tuareg
El nombre de la rosa
Mítica novela de Umberto Eco que representa la época del siglo XIV en la que, el fraile franciscano Guillermo de Baskerville y su aprendiz, Adso de Melk, se ven envueltos en una trama con claros trazos de investigación, misterio y una serie de crímenes por resolver en una abadía del norte de Italia. El propio autor publicó otro libro a posteriori, en 1985, ofreciendo algunos detalles sobre el origen de la novela. Durante el relato, son muy observables influencias de algunos míticos autores como Arthur Conan Doyle, Jorge Luis Borges o el filósofo y teólogo que sirve de inspiración para el personaje principal, Guillermo de Ockham. Uno de los métodos que más a expandido la obra, fue mediante la adaptación cinematográfica de 1986 protagonizada por Sean Connery.
Sin novedad en el frente
Probablemente este es el representante más fiel de la novela histórica, se ajusta más a lo que todo el mundo tiene en mente de este tipo de relatos, al fin y al cabo, es un relato sobre el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial.
Su autor fue Erich Maria Remarque y su publicación se dio a conocer en Alemania por primera vez en 1929. Él mismo ha declarado su obra como apolítica y antibelicista, por lo que únicamente muestra la desgracia y el horror de la guerra de forma que el lector empatice con los veteranos de guerra. Tuvo una adaptación al cine al año siguiente cuya dirección estaba a cargo de Lewis Milestone que es un auténtico referente en el género bélico.
Los Pilares de la Tierra
Ken Follet parece un escritor nacido para escribir “best Sellers”, cuando me sumerjo entre sus páginas y leo sus descripciones, me da la sensación de que el británico no se ha esforzado demasiado a la hora de inspirarse y escribir, pero, sin embargo, la calidad de sus obras es innegable. “Los Pilares de la Tierra” está ambientada en la Edad Media durante la etapa de la Anarquía que supuso una guerra entre Inglaterra y Normandía. La narración de la historia toca distintos puntos de vista, en la que una humilde familia pierde a la madre y al bebé en difíciles circunstancias.
Con el paso del tiempo, Tom Builder, el padre, se ve envuelto en la construcción de una catedral y en la búsqueda de su bebé perdido. La novela fue publicada en 1989 y conforma el primer tomo de una saga completada mediante las posteriores publicaciones “Un mundo sin fin”, en 2007, “Una columna de fuego”, en 2017 y “Las tinieblas del alma”, en 2020.
Shogun
Shogun es una novela que acercó la cultura oriental de Japón al resto del mundo. James Clavell fue un novelista y guionista australiano nacido en Sidney en 1921 y publicó el libro en 1975. La acción toma lugar en Japón durante la etapa feudal, alrededor del año 1600. Los hechos giran en torno a la subida al shogunato del daimio “Toranaga” mediante la narración de un marinero de origen inglés llamado William Adams. El libro tiene una adaptación al mundo audiovisual mediante una serie de televisión en 1980, también se hizo un musical en Brodway y ha servido de inspiración para un videojuego más moderno, de 2017, cuyo nombre es Nioh.
Así como el libro, sus adaptaciones han tenido mucho éxito, la miniserie consta de cinco capítulos y fue premiada con el Peabody Award de 1981 además de 3 premios Emmy y el Golden Globe por sus magistrales actuaciones.
Tuareg
Esta curiosa novela hace referencia a una parte de la historia que, antes de leerla, desconocía de cabo a rabo. Alberto Vázquez Figueroa detalla los excepcionales hechos que llevan a un tuareg a salir de su círculo de acción y sentirse como un pez fuera del agua en un mundo que ha cambiado demasiado para los de su clase. Los tuaregs son un pueblo nómada conocido como los hijos del desierto, es un pueblo altivo cuyo código moral se separa del de la mayoría árabe.
Tienen mayor facilidad para moverse por el desierto y se rigen bajo unas exigentes normas de hospitalidad y atención a sus huéspedes, por ello mismo, una situación en la que el ejército atenta contra uno de sus huéspedes, obliga al noble inmouchar Gacel Sayah a tomar una represión contra el mundo desarrollado. La novela se publicó en 1980 y, para muchos, supone la obra insigne de uno de los escritores españoles más aclamados de las últimas décadas.